El pasacalle es una forma de música barroca, ritmo que nació en España, pero que existe también en Francia e Italia con diversos nombres. Al llegar a nuestro país toma la forma, instrumentos musicales y estructura popular de nuestra región y se convierte en música y danza mestiza del Ecuador; tiene una métrica binaria con ritmo de ¾.
El pasacalle andino es un género musical de Ecuador y Perú. Al igual que el pasillo, el pasacalle es un género de origen europeo. Se trata de una composición instrumental en la que un corto tema a cargo de los bajos es un número de veces de igual extensión, cada vez con variados contrapuntos de las secciones más agudas.
En Ecuador los pasacalles son interpretados por las bandas, tienen similitud con el pasodoble español del cual tiene su ritmo, compás y estructura general pero conservando y resaltando la particularidad nacional.
El chulla quiteño es la melodía más representativa de este género, compuesto por Alfredo Carpio, al parecer su nombre se origina por su movimiento elegante con pasos firmes cuando se lo baila en las calles, por eso es utilizado mucho por agrupaciones que hacen coreografías en las calles o desfiles.
Históricamente se dice que los últimos pasacalles criollos del siglo XIX se crearon en la década de los 70as y en el siglo XX Francisco Paredes Herrera rescata y lo convierte en uno de los vehículos de la nueva etapa musical nacional.
Este ritmo data de la época colonial, y es una danza criolla. Tiene ritmo festivo y generalmente está escrito en compás de seis por ocho (6/8), aunque también se lo encuentra en tres cuartos (3/4) y escrito en tonalidad menor. Su temática manifiesta sobre la tristeza, la soledad. En otras ocasiones sus versos están dirigidos a la mujer amada, el desdén ó, sobre la vida en el campo. Este ritmo está íntimamente emparentado con el llamado “aire típico” -que no es otra cosa que una composición tradicional, y que no se diferencia con el albazo en cuanto a estructura formal- de igual manera, se relaciona con el “capizhca” cuencano, el saltashpa, el cachullapi, la bomba.

También se le ha encontrado similitud con la tonada chilena o “chilena”, la contra danza colombiana, entre otros. Su música a pesar de encontrarse en tonalidad menor, incita al baile.
Arriba: ritmo de albazo escrito para guitarra: primera corchea: pulsación simultánea de los tres sonidos con el pulgar que va desde el sonido más grave hasta el más agudo. Segunda corchea: rasgueo hacia arriba con el dedo índice de la mano derecha. Tercera corchea: ejecución simultánea de las notas la y mi con el dedo pulgar, hacia abajo; cuarta corchea: rasgueo hacia abajo con el dedo índice, fuerte y apagando el sonido. Quinta corchea: con movimiento hacia abajo, pulsación simultánea de la y mi, para finalmente en la sexta corchea terminar con rasgueo hacia arriba producido con el dedo índice.
En cuanto a su estructura, consta de una introducción que luego hace las veces de estribillo, parte A; estribillo, parte B (Una modulación breve hacia el VI grado Mayor) para retornar a la tonalidad original, y posteriormente finalizar. En algunas ocasiones se repite toda la composición y, en ocasiones, se represa B para finalizar. Ocasionalmente el cambio transitorio se lo realiza sobre le III grado de la tonalidad original, y otras veces sobre el V grado Mayor.
Otros patrones rítmicos:
Se trata pues de un “anuncio de la fiesta”. Es común que antes de dar inicio a la primera misa de la mañana, en días de festividad religiosa especialmente, escuchar el “albazo” tocado en la madrugada por la banda de pueblo acompañado por el repique de campanas, por éste motivo su nombre, mismo que proviene de Alba.
PASILLO
En cuanto a su origen, con seguridad tiene parte de influencia europea, sin dudarlo, más, algunos piensan que éste estuvo en Venezuela, en donde su ritmo era rápido, alegre, bailable enteramente, recibiendo su primera gran mutación al llegar a Colombia volviéndose sentimental y romántico: “...servía como ritmo de salón de baile. En la actualidad, en el departamento de Boyacá, Colombia, todavía se lo baila, obviamente el pasillo ligero”. Otros investigadores, plantean que cuando los europeos, a raíz de su advenimiento a tierras americanas, durante la conquista, trajeron consigo la música y las danzas que a la época estuvieron en auge (por eje. La Currante que era una danza de movimiento vivo). De ésta manera, éstas músicas fueron asimiladas poco a poco por los nativos quienes a la vez de aprenderlas, iban recreándolas a su propia manera y en imitación a éstas, “inventando” otras nuevas.
CAPIZHCA:
Como habíamos referido líneas atrás, muchos lo relacionan o lo asimilan al ritmo de albazo. Al norte de nuestro país, este ritmo aparece escrito con la siguiente figuración:
Así mismo, dentro de matemática del Capizhca, se abordan temas relacionados con lo social, lo ecológico, lo económico. Investigadores han planteado que el Capizhca es el único ritmo propiamente ecuatoriano.
TONADA
Tiene influencia indígena. Es un ritmo que no tiene similar en ningún otro país latinoamericano. Algunos piensan que se trata de una evolución que los mestizos al ritmo de Danzante y el Albazo. Otros investigadores sostienen que se trata de una versión ecuatoriana de la cueca, ritmo tradicional chileno, por lo similar de su estructura; pero, la tonada a diferencia está escrita en tonalidad menor y es de movimiento más lento que la cueca. Esta forma musical está escrita en compás de seis octavos (6/8). De igual manera, consta de una introducción que luego hará las veces de estribillo. De igual manera, es una danza repetitiva formada por una parte A, intercalada por el estribillo; parte B; estribillo; modulación transitoria que nos lleva a la tonalidad de origen y, repeticiones.
La fórmula tradicional de acompañamiento es la siguiente:
Los temas que se abordan en este tipo de composición son temas de la vida cotidiana; la vida en el campo; a la mujer amada.
Es una forma musical que proviene de la cultura incaica. Tiene un ritmo lento, de aire melancólico y, en sus temas se aborda la tristeza, el desengaño. Su nombre proviene de los términos arahuí, yarahuí, aravec; Según investigadores, originalmente se lo tocaba con el pingullo y el rondador. Así mismo, según el compositor e historiador musical, y pionero de la investigación histórica de la música ecuatoriana, Don Juan Agustín Guerrero Toro (n. 1818-1886), al referirse al Yaraví en su obra “La Música Ecuatoriana Desde Su Origen Hasta 1875” nos relata :..."las pasiones estaban encontradas, los sentimientos eran diversos, y, por supuesto, mientras los europeos, llenos de satisfacción, daban al aire sus tonadillas y boleros, los indianos, los desposeídos de su propiedad y abatidos con el recuerdo de sus padres, lloraban en las cabañas, manifestando su pena al son del pingullo y el rondador. Y he aquí el origen del Yaraví, de esa música natural como el tiempo de los patriarcas…El yaraví no tiene nada de fantástico ni hermoso, por lo contrario, es tan natural y sencillo como un suspiro, y falto de reglas músicas; no es más que la repetición de dos ó tres frases melódicas; de donde resulta la monotonía, por un solo tiempo, y sin más novedad que unas pocas notas que se alteran para variar la expresión…”. Conforme lo relatan Pablo Guerrero y Raúl Garzón (1993): “el historiógrafo español Marcos Jiménez de la Espada (1831-1898) solicita a Juan Agustín Guerrero que recogiera “todas las melodías indianas y populares” de nuestro país, para el Museo Madrileño de Ciencias Naturales, siendo luego estas publicadas bajo el nombre de Yaravíes Quiteños (1884). En esta publicación se recoge un total de 28 partituras que incluyen canciones religiosas muy antiguas que incluso subsisten hasta nuestros días”.
Está construido en base a la escala pentafónica (de cinco sonidos), y en compás de 6/8. Se trata pues de una forma de canción Prehispánica, a manera de un lamento. El yaraví ecuatoriano generalmente suele terminar con un albazo. A continuación presentamos un fragmento del yaraví “Puñales” de Ulpiano Benítez
Se escribe en compás de dos por cuatro (2/4). De igual manera, su melodía es bastante triste pero su música se utiliza para ser bailada. Los temas que aborda en sus letras son amatorios, referentes a la vida cotidiana, la vida en el campo, a la mujer amada, entre otros.
DANZANTE
